Vestidos troteros

Ya os he hablado del fantástico grupo costuril que tenemos gracias a Maestros de la Costura. Pues bien, María de A ratitos perdidos ha organizado un evento de costura para niñas.

 

Se trata de hacer un vestido trotero. ¿Y eso qué es lo que es? Pues en palabras de su creadora:

Según la RAE: Dícese de aquél vestido sencillo de verano que sirve para cualquier ocasión. Se puede llevar con playeras, sandalias o chanclas sin que pierda una pizca de glamour. Se puede llevar lo mismo a la playa, que al parque o a visitar a tu tía la del pueblo. Se trata de ese vestido que tu hija no se quiere sacar en todo el verano, porque no da calor, no pica, le permite subirse a los columpios y hacer el pino puente (si lleva algo debajo ;)). Es ese vestido con el que caminar por el paseo marítimo con un helado sin que temas por la mancha. El que se puede poner por la mañana para ir al Carrefour y con el que va ideal para ir a saltar en las camas elásticas por la tarde. Ese vestido de verano con el que saltabas al elástico en la plazoleta de tu barrio cuando eras pequeña… Por esta vez, y sin que sirva de precedente, vamos a olvidarnos de puntillas, lazos, y mega vuelos. Buscamos comodidad y sencillez, pero sin perder elegancia. 

Fácil, ¿no?. Pues para hacerlo más divertido, y como tengo dos niñas maravillosas, he hecho no uno, sino dos vestidos troteros. Eso sí, comparten la tela y el estilo aunque cada una de ellas lo ha querido a su gusto. Son cosas de la edad (y de la personalidad de cada una).

La tela es del cajón de mi madre y esta vez no tuve problema a la hora de cortar los patrones porque había suficiente (algún día os enseñaré cómo aprovechar un trocito de tela para hacer algo impensable). Los patrones son propios e inspirados en los vestidos que están tan de moda. La falda tiene una parte al bies para que rompa con las líneas. El de Paula con tirantas y adorno fruncido en el escote. El de Emma con volantes en las costuras.

Bueno, espero que os hayan gustado. La sesión de fotos fue durante un fin de semana estupendo en Barceló Costa Ballena, donde nos trataron como reyes. Y después de las fotos no estábamos para mucho más (qué dura es la vida de modelo).

Como véis, vestidos troteros en su esencia, el día que los estrenan y a mamá le da igual que se tiren en el césped.

Gracias María por tu iniciativa y a seguir viendo las preciosidades que estáis cosiendo, chicas.

Besos,